107 Aniversario de la Constitución mexicana
CD. VICTORIA.- El término Constitución en el lenguaje del Derecho y la Política, se encuentra reservado para referirnos a la máxima ley de un país que reconoce derechos humanos y define la forma de Estado y de gobierno que asume determinada sociedad.
A la Constitución también se le asigna la tarea de dividir el ejercicio del poder en funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, bajo un esquema de pesos y contrapesos, de allí la idea que la Constitución es un instrumento de control de poder.
Cumple también la función de ser la piedra angular del sistema jurídico de un país, por ello, se le conoce también como ley fundamental o suprema de la nación.
Los filósofos resumen la estructura social de la siguiente manera: donde hay personas, emerge una sociedad; donde hay sociedad, se desarrolla el Derecho; y donde hay Derecho, se establece una Constitución.
Hoy 5 de febrero de 2024, nuestra Constitución está cumpliendo 107 años de vigencia ininterrumpida. Hecho y coyuntura histórica que debemos aprovechar para estudiarla, comentarla, valorarla, vivirla y conmemorarla.
No es un acto más del calendario de festividades cívicas, es el festejo de más de un siglo de mantener un sistema político y jurídico vigente, son pocos los países en el mundo que pueden jactarse de lo perdurable de su Constitución, su ley fundamental, ley suprema, pacto político o carta magna, como suelen llamarle algunos.
La conmemoración de los 107 años de la Constitución mexicana de 1917, es la oportunidad para reflexionar sobre lo que festejamos y cuáles son los principios fundamentales que sirven de base para nuestra convivencia social. Sobre todo, si se encuentra actualizada a las demandas sociales y políticas del siglo XXI, en palabras sencillas, si tiene definido el proyecto de nación que logre afianzar el bienestar general.
En un cumpleaños se dicen cosas buenas de las personas que se festejan, así también, hoy corresponde hablar bien de nuestra querida Constitución. Empecemos por decir que es el fruto de la revolución mexicana de 1910 y la primera en el mundo en reconocer los derechos sociales.
En la primera década del siglo XX, el pueblo de México se encontraba en un férreo caciquismo, peonismo y fabriquismo. La arbitrariedad de los dueños de las haciendas, el sometimiento y abuso de los obreros por los dueños de las fábricas y la competencia ventajosa de los extranjeros sobre las actividades nacionales, marcaban la antesala de un movimiento social que abanderara una visión humanista y transformadora.
Las manifestaciones de inconformidad y anhelos de restaurar la República eran asentados en el Plan de San Luis de Francisco I. Madero de 1910, en el que se desconocía la última reelección de Porfirio Díaz; en el Plan de Ayala de Emiliano Zapata de 1911, en el que contenía las demandas de los campesinos; y, en el Plan de Guadalupe de Venustiano Carranza 1913, en el que se desconocía a Victoriano Huerta como Presidente.
La historia la conocemos todos: la revolución triunfo. Y fueron estos hechos y documentos que servirían de base para la redacción de la Constitución de 1917.
El ilustre jurista mexicano Jorge Carpizo, en su obra: La Constitución Mexicana de 1917, señala que ésta contempló las siguientes decisiones fundamentales: a) derechos humanos; b) soberanía; c) división de poderes; d) sistema representativo; e) sistema federal; y f) juicio de amparo. A estas se les puede agregar los derechos sociales, el municipio, la enseñanza primaria gratuita, prohibición de reelección del Presidente de la República y supremacía del Estado sobre la Iglesia.
Actualmente contamos con una Constitución renovada y actualizada. Cuenta con 136 artículos y sólo 19 nunca han sido reformados. Sus párrafos se han modificado o adicionado en 771 ocasiones a través de 256 Decretos de reforma constitucional.
Tan es así, que originalmente contempló en sus primeros 29 artículos, los derechos humanos más elementales de libertad, igualdad, seguridad jurídica, patrimoniales y sociales. El artículo 4 que originalmente regulaba un solo derecho hoy contiene 12 derechos. (Igualdad ante la ley, familia, salud, vivienda digna, medio ambiente, al agua, cultura física y práctica del deporte, derecho de la niñez, alimentación nutritiva, movilidad, becas, pensiones a personas mayores de 68 años).
Nuestro pacto federal a lo largo del siglo XX, afianzó los derechos políticos de los hombres y de las mujeres, además, diseño una nueva integración de la Cámara de Diputados y Senadores, de los congresos locales y de los ayuntamientos, creó al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuya función es organizar y calificar las elecciones, al tiempo que, reconoció y otorgó derechos a los partidos políticos a fin de garantizar la pluralidad política.
Asimismo, amplió el periodo del Presidente de la República de 4 a 6 años. Estableció diputados y senadores de representación proporcional para garantizar la representación de las minorías. En relación a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a juzgar por su competencia, de ser una instancia de legalidad la convirtió en un verdadero tribunal constitucional. Las entidades federativas las dotó de competencias que garantizan su soberanía y a los municipios los fortaleció en sus competencias para constituirse en la autoridad más inmediata entre las personas y el poder público.
Y de entrada al siglo XXI, sin perder los principios que la sostienen, se ha modernizado en materias de procuración e impartición de justicia, derechos humanos, juicio de amparo, sistema educativo, pensiones, transparencia, rendición de cuentas, político-electoral, telecomunicaciones, energética, anticorrupción, mecanismos de responsabilidad política y penal de los funcionarios públicos, entre otras. Reformas constitucionales orientadas al fortalecimiento de los derechos humanos, regulación de la actividad gubernamental y a la construcción de un nuevo proyecto de nación, acorde a las demandas de la globalización.
Conmemorar la Constitución es honrar a los héroes que nos dieron patria, libertad y una república representativa, democrática y federal. ¡Viva nuestra Constitución!
En el mueble situado junto a mi recámara, siempre mantengo dos libros de gran importancia: la Biblia y la Constitución. Tenerlos cerca, créame, contribuye a que duerma tranquilo.
Felicidades Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917.
Dr. Edy Izaguirre Treviño,
Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Victoria.
