Alternancia “sin disparar un solo tiro”
Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- No se anduvieron por las ramas. Así como en 2016 el PAN convocó a una “alternancia pacífica” del poder estatal, hoy Morena hace lo mismo con la seguridad de que va a ganar.
En el Senado de la República, este lunes, una treintena de representantes, el pastor Ricardo Monreal y el jefe morenista Mario Carrillo, arroparon a su compañero con licencia Américo Villarreal y prácticamente juraron que ganarán la elección en este girón de la Patria.
Según Monreal, la transición pacífica llegará sin persecuciones en contra de los que se van, los panistas, y “solo se aplicará la Ley”.
Hablando en términos llanos, Morena y socios quieren el cambio “sin necesidad de disparar un solo tiro”, así como hace seis años el PRI terminó derrotado en las urnas.
Lo más prominente de la clase política guinda, pidieron a sus contrapartes que se sienten a dialogar “para ponernos de acuerdo sobre una transición ordenada”, hacer a un lado la guerra sucia, lo que es abrir una tregua para escuchar la voz popular.
Su candidato Villarreal no asistió al debate del domingo. A la misma hora sentaron las bases de lo que será su plan sexenal de trabajo, un resumen que salió de siete foros regionales.
Uno de los puntos más transcendentes es la creación de la Guardia Estatal Tamaulipas, réplica de la Guardia Nacional de AMLO.
De ganar la gubernatura, en eso se convertiría la hoy Policía Estatal, más antes Fuerza Tamaulipas y en aquellos años Policía Rural. Se ha ido acoplando con los tiempos.
Se comprometió AVA a refundar la Fiscalía General de Justicia y otras instituciones para eliminar la corrupción y que sea un auténtico instrumento de la sociedad para perseguir delitos.
De ser ciertos los números que trae Morena, el PAN solo tendrá el gusto de administrar por un sexenio ¿cuáles fueron los motivos de su estrepitosa caída?.
En PRI gobernó por más de 80 años seguidos. En la elección del 2006 ya tenía una imagen bastante deteriorada y el PAN iba en crecimiento. Conquistó en ese año 333 mil sufragios.
Seis años después, con un candidato “a modo” como fue calificado José Julián Sacramento, los azules cosecharon 340 mil votos contra 678 mil tricolores que fueron para el asesinado Rodolfo Torre Cantú, vía su hermano Egidio.
En el 16´ pocos pensaban que Francisco Javier García, ex alcalde de Reynosa, podría alzarse con la victoria. Las encuestas favorecían al candidato del oficialismo, Baltazar Hinojosa Ochoa.
Había enarbolado su bandera “de que se van se van” y “ni me vendo ni me doblo”, que le dio resultado como oponente crítico del gobierno. Se quedó con el 50 por ciento de los sufragios emitidos.
Ganó pese a que su única propuesta seria –en los debates- fue la de capacitar a los policías estatales en los Estados Unidos, que no cumplió pese a que llegó al poder. Una segunda daba (da) risa: Permitir a la iniciativa privada oportunidades de inversión en seguridad pública (¿?).
El slogan de pegue fue “de que se van se van”, y se fueron los emisarios del tricolor.
Seis años después el panismo está agotado. Surgió el partido obradorista de línea izquierda que hoy está en los linderos de la segunda alternancia pacífica, “sin disparar un solo tiro”, pese a las promesas desmesuradas de la coalición Va por Tamaulipas, como esa de donar tres mil pesos mensuales para las “jefas de familia”, algo muy abstracto.
De todas maneras las promesas o compromisos no son el atractivo para que gane un candidato. En 2016 las más atractivas (también ocurrencias) fueron del priísta Hinojosa Ochoa, quien afirmaba que haría que los hospitales de Tamaulipas trabajaran y atendieran consulta día y noche.
Sin fundamento, igual, que las guarderías infantiles laborarían las 24 horas para apoyar a madres trabajadoras; la creación del Instituto Estatal de la Familia; creación del Centro Estatal de las Artes, y esa ocurrencia llamada Observatorio Consultivo de Información para el Seguimiento de la Evolución de la Competitividad.
No fue suficiente para adjudicarle los votos que lo llevaran al Palacio del 15 y 16 Juárez.
Fue la imperante irritación social, con la de nuestros días, la que generó votación copiosa para el PAN, un partido que jamás había estado en el poder, del que los ciudadanos desconocían métodos y estilo de gobernar.
Del debate de este domingo, entre César Verástegui y Arturo Díez, no hay partes rescatables para incluir en algún programa de gobierno como se dieron en el 2016. Si las hubiera, tampoco sería un factor decisivo a la hora de votar.
Por primera vez el 98 por ciento de las empresas encuestadoras otorgan un triunfo arrollador a un partido, en este caso Morena (y socios).
En el 16´ fallaron hasta las encuestas. Por ejemplo la famosa María de las Heras le concedía al PRI el 46 por ciento y un 40 al PAN y Francisco Javier. Gabinete de Comunicación Estratégica favorecía igual al oficialista tricolor. Disentía Mitofsky con unos cuantos puntos a favor del grupo azul.
De 18 encuestadoras, 16 se ponen de acuerdo en que un partido y su candidato son los que pueden ganar con amplia diferencia.
A la hora de cerrar esta colaboración, se confirmaba que este martes pedirá licencia como alcalde de Reynosa el joven Carlos Peña Ortiz. Las preguntas ¿se va a la campaña de Américo? ¿para enfrentar la persecución política de que es objeto por la Fiscalía del Estado?.