¿Y los burros de Miquihuana dónde están?
Miquihuana.- En los últimos 10 años de viajes recurrentes al municipio de Marihuana ofertando el “periódico el decidor” hemos visto que ha disminuido de forma geométrica las manadas de burros que adornaban el paisaje rural que se admiraba sobre la carretera Palmillas – Miquihuana.
Inclusive los jumentos en grandes grupos se adueñaban de la carretera a comento y nos obligaban a descender la velocidad de nuestros vehículos para dejar que estos cuadrúpedos cursaran la rúa y en ocasiones apenas tocaban la línea contraria de la carretera y se regresaban y ello, nunca nos molestó, porque ese acto natural era simplemente bello.
Contábamos centenas de borricos desde el poblado Altamira, hasta la Cabecera Municipal, unos iban rumbo a la Peña o Altamira y otros con destino a Miquihuana, este espectáculo normalmente se admiraba por las tardes y lo contemplábamos arrobados porque esa mansedumbre que irradiaban los jumentos era un remanso de paz y amor para los viajantes.
En una o dos ocasiones cuando caía la noche y que nos tocaba trasladarnos por la carretera en descripción en el vehículo ofician conocido como la “pinacata” la cual por fallas eléctricas contaba con “poca luz” un jumento con su testa nos rompió el parabrisas y así nos trasladamos a la capital del estado asumiendo los riesgos por no contar con dicho cristal que protege al conductor y a la demás tripulación, afortunadamente no hubo ningún percance que lamentar, pero entendimos que fue un accidente y no arremetimos contra ese cuadrúpedo al que le invadimos su espacio, y es que la carretera era su pista carreras y en ocasiones hasta su lugar para echarse a descansar.
Reafirmado, en los últimos 10 años, ha disminuido la cantidad de burros posando sus unguladas extremidades por la base asfáltica y el terreno adyacente que es derecho de vía.
Pero ¿a qué se debe que ya no haya tantos burros adornado el panorama carretero? ¿Sera acaso que personas como el habitante de <la Peña> Rosendo Mejía Vargas, quien compra burros para venderlos -al rastro- sea el culpable de diezmarlos? O el tendero jaumavense sin escrúpulos quien responde al nombre de Ruy Montelongo, sea otro de los culpables ya que este individuo se dedicaba a comprar burros inclusive en un periódico anunciaba la compra de los cuadrúpedos,- que son la descendencia de aquel que fue monta de María, cuando iba rumbo al pesebre para dar a luz al niño Jesús.
De aquellas manadas tan abundantes, ahora solo se aprecian unos cuantos borricos sobre la carretera que mencionamos y por ello, se colige que la especie está en peligro de extinción.
Lo que no han reconocido es que el borrico, es un símbolo de nobleza, fuerza y trabajo arduo, que podría extinguirse sic. Y todo porque los miquihuanense no han protegido a esta especie que tantos beneficios les ha dado.
Los compradores de burros lo hacen para venderlos en Nuevo León y otros polos de desarrollo para que los conviertan en machacado o embutidos, es por ello, que un grupo ambientalista del que lo conforman dos personas originarias de Miquihuana, han interpuesto una denuncia penal para que comparezcan por el delito de maltrato animal (suben a los burros a los remolques a base de toques eléctricos), además de exterminio de estos equinos.
Ha trascendido que los ambientalistas a que nos referimos ya han elevado la voz para solicitar ayuda a las organizaciones mundiales como la Greenpeace, para que los apoyen en hacer que los depredadores de esta especie animal paguen por el daño que le hacen a la humanidad.