El Mazo del Decidor.
Exitosa la visita de ayer a territorio tamaulipeco por parte de AMLO. Estuvo en reunión de trabajo en las instalaciones de la refinería “Francisco I. Madero”, de Ciudad Madero Tamaulipas.
Fue acompañado por el Gobernador Américo Villarreal Anaya, quien apenas cumple 9 días de mandato en el estado.
AMLO prometió regresar con todo su gabinete para darle su apoyo al Gobernador Villarreal.
Ese tipo de acciones serán de beneficio para los tamaulipecos, pues engarzará las tareas del gobierno federal con las del estatal en provecho de la población.
Haciendo política de la buena el Gobernador Villarreal Anaya, deja claro que no es de pleitos estériles como los hubo en el pasado.
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Un negro panorama se avizora para el todavía Auditor Superior del Estado Jorge Espino Escanio.
El ingeniero electromecánico es cuestionado por su perfil profesional en un área que se vincula con tareas de finanzas y contabilidad, fundamentalmente y no con lo que hace o pueda hacer un ingeniero.
De manera que ya son muchas las voces que se escuchan en el Congreso del Estado, donde se pretende meter orden en las tareas y dejar de lado compadrazgos o amiguismos que tanto dañan en la administración pública.
No se sorprendan si pronto el actual auditor sea separado de su encargo, donde por cierto, tiene muy mala fama.
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El hackeo que dejó en un nuevo ridículo a la SEDENA, sigue soltando tela de donde cortar.
De inicio, se vieron lentos y por demás ingenuos luego de que hackers les penetraron hasta las entrañas informáticas y les sacaron todo tipo de información.
Es una nueva batalla perdida para el ejército nacional, algo nunca antes visto, pero en este sexenio las cosas están cada vez peor.
La Guacamaya ha revelado que el jefe de inteligencia federal Audomaro Martínez Zapata, pasó de ser espía, a ser espiado, pues todo su historial lo revelaron los hackers de Guacamaya.
Ahora se supo que ese personaje tiene empresas inmobiliarias, de transportación e infinidad de contratos que le ha otorgado la Sedena para su beneficio personal.
La Guacamaya va a seguir soltando información y la Sedena habrá de sufrir sus peores momentos de la historia.