EL HIJO QUE NACIO DEL VIENTO
Palmillas.- En Palmillas Murió el PAN de una trombosis cerebral, la consecuencia una adiposidad política que saturó de lípidos todo el organismo y, como la grasa de la denominada mala, al cruzar por esas estrechas venas que dan vida al cuerpo, se obstruyó causando el trombo y de manera fulminante se colapsó.
Y quienes escucharon los estertores pitufos, dicen que antes de morir dijo—nací robusto, me concibieron los vientos, crecí fuerte, fui un niño “grandote,” cumplí feliz los primeros y últimos 6 años de mi vida, me amamantó con afecto y pasión la nodriza oficia, ahora me voy triste, quizá para no volver, porque aquí el amor no se paga con amor.
Para abundar un poco sobre lo que viene. – Hay una gran diferencia en la plataforma política e ideológica del Partido Acción Nacional con el del mercenario PT.
El albiazul lo fundó uno de los 7 sabios de México, la referencia es a don Manuel Gómez Morín en 1939, fue rector de la UNAM, un hombre probo, mientras que el PT es un partido rémora siempre de partidos grandes, solo busca permanecer en el ámbito político para amasar fortuna, sin demostrar ninguna ideología que coloque a Alberto Anaya Gutiérrez como un personaje con valores.
Anaya, es un bandido de siete suelas (Morín de 7 sabios) y de ello da testimonio la Fiscalía de la Federación donde duerme una carpeta por lavado de dinero si, de una bagatela 100 millones de pesos, aparte de otra investigación que se le sigue por terrorismo
Veo que aun el Partido PT, en Palmillas, es niño y en el futuro es de los que ocasionan Gangrena. Pronto se verá pasear por los anchurosos pasillos de Palacio Municipal al seudo líder peteño, en Tamaulipas Arsenio Lozano, de vez en vez, los lugareños podrán observar con desdén escupir la corrupción en ese bello edificio, a DON Alberto Anaya Gutiérrez, presumiendo su conquista política.
Lo que nadie podrá negar es que los tradicionalistas de Palmillas tiene capacidad de convocatoria y, más para catequizar conciencia, como lo han hecho durante más de una década, — el pueblo tiene memoria la PRImera vez cuando los catapultó el tricolor hasta el mullido sillón desde donde se dan las órdenes dinerudas, luego este partido muere de inanición si, lo asfixiaron, porque llegó un monstruo azul, más audaz e impetuoso que Atila <el azote de los Dioses> y dominó 6 años, como capataz de horca y cuchillo, y ahora los adalides cambia de piel, sin despeinarse, solo se gastó en dicha refriega pura saliva y unos alicientes insignificantes, minucias diría el Tío Tacho.
Es así como ahora domina el escenario y la geografía palmillense el partido político el PT, al cual le regalaron 610 votos, mismos que deja a gran distancia al partido Morena, que apenas metió a las casillas 326 sufragios mientras al PAN lo dejaron desteñido con 39 votos, cuando en la elección pasada los lideres morales del pueblo festejaban el millar de boletas cruzadas a favor del albiazul pero así es la cosa política, donde menos se espera se mete la zancadilla y se azota como chango viejo.
En otro infiernazo.–Lo grave es que con el PAN muerto la alcaldesa Ma. De las Nieves Ramírez Compean, no puede aspira a repetir más allá del 2024, porque la reelección se concede por el mismo partido que se jugó cuando triunfo u otro organismo de la alianza, pero como no hubo coalición en la contienda del año 2021. Por lo tanto, la candidatura de Ma. de las Nieves ya quedó en el limbo porque el PAN ya es fiambre, dícese no tiene vida y, ya ni soplándole como a los pajaritos por la cola lo resucitarán.
La ventaja para uno de los miembros tradicionalistas es que podrá acceder al poder edilicio un caballero, ya que como partido chico los dirigentes del PT puede elegir en los 43 municipios donde lanzar a una mujer y en que geografía política se candidatea a un varón.
Sera acaso que los lideres palmillenses en el poder, ya cansados de ser en los últimos años solo los centuriones del ejercito legionario, donde mandan las enaguas, por ellos ahora buscarán convertirse en los nuevos cesares del imperio.
Por lo pronto y como colofón de este infierno– habré de decir que los jefes ya le colocaron el último clavo al ataúd azul, así es, — sepultaron al pitufo sin pedir al párroco que pronunciara un tedeum con incienso, mirra y cera, como última gracia a tan admirable personaje.
Ya ni hablar, ni pedir clemencia, toda vez que con inusual prestancia los tradicionalistas le echaron piedra y cemento a la cripta para que duerma en silencio y para siempre el hijo que nació del viento.
Que en paz descanse el PAN