LA MALDAD HUMANA NO TIENE LIMITES
La imagen tal vez parezca espeluznante y, sin duda –si, representa una gráfica macabra, solo concebida por la maldad de nuestros congéneres. Es un claro reflejo de la perversidad, humana, gente que sin ni un ápice de piedad, abandona animalitos a su suerte en las parcelas de la colonia Pedro José Méndez, son personas si, es que así les puede llamar a ese tipo de gente, mismas que demuestran la indolencia o quizá la maldad de su alma, vienen y abandonan sus mascotas. Esos animalitos que en fechas decembrinas compran y se toman fotos con esos seres indefensos, que su instinto no les dio una señal del futuro que les esperaba.
Como si fuesen material desechable, tanto perritos, como gatitos, ya después de las <selfies> van sus propietarios a lanzarlos al monte, dejándolos a su suerte.
Algunos canes y felinos tienen la fortuna de que un alma caritativa los adopte, pero la mayoría fenece víctimas de hambre y sed.
A tanto llega la maldad humana que a estos seres indefensos los atan a los árboles y allí perecen, sin entender cuál fue su pecado, quizás confiar en el hombre, ese ente despiadado, que sin piedad va y los condena a una muerte segura.
UN PROYECTO INCLUYENTE
El ingeniero Francisco Astello Zúñiga, se ha dado a la tarea de apoyar a las personas que carecen hasta de lo estricto, dicho profesionista sin mirar colores, ni partidos apoya sin distingos a quien se acerca a él, solicitándole una ayuda humanitaria, y es dable decirlo con el ingeniero siempre tienen una respuesta positiva.
Es de personas bien nacidas reconocer la actitud en bien de nuestros semejantes y en este tenor Francisco Astello, se lleva las palmas, porque sin ostentar cargo público alguno, a demostrado ser una persona altruista, acción que mucha gente le agradece, pues de su salario apoya a quien lo requiere.
EL amor a sus semejantes aumenta exponencialmente cuando el mismo lo dice a viva voz, no soy nativo de Jaumave, pero amo a este pueblo como ninguno otro más.
Francisco Astello tienes un lugar muy alto y, sobre todo, ocupas un espacio muy especial en el corazón de toda esa gente, que se acercan a ti y apoyas sin pedir nada a cambio.
Siempre arriba, con toda la actitud amigo.
Francisco Astello Zúñiga.