INFIERNO GRANDE

El poder no se comparte, es único e indivisible, este enunciado viene a cuento porque algunos políticos que han transferido el bastón de mando se han equivocado, porque nunca segundas partes fueron buenas.

Sin duda esta premisa no encaja en estos momentos en la dupla de tradicionalistas Jorge Monita y Jaime Barragán, porque ellos se encuentran en el mejor momento político donde toman decisiones, hasta la fecha, las más correctas, mismas que no afectan a la ciudadanía, por el contrario, con ellos les va siempre bien, así lo expresa un campesino asentado en el ejido Llano de Azua.

Sin duda los tradicionalistas ya hicieron viejo el hueso en los menesteres políticos, y ello, se debe a que siempre hablan con la verdad, y dicha cuestión les da permeancia en el poder, seguramente habrá quien levante la voz para contradecir este atestado y, seguro les asiste la razón porque la verdad los tradicionalistas no tienen exclusividad.

Porque siempre los mismos políticos, se pregunta la gente, que no ve bien al grupo hegemónico en Palmillas y la pregunta  engloba  una sabia respuesta… la oposición lleva años dormida conformándose con gritar, pero sin argumentos ni métodos y, menos estructuras grupales,  no han instruido a las nuevas camadas de jóvenes, en los menesteres políticos,  no han conformado liderazgos,  para que se conviertan en el relevo generacional, y por ello siempre es lo mismo y será lo mismo hasta que haya mejores propuestas para  hacer el quehacer político.

Pero, como pudiese suceder el relevo generacional si la oposición, solo piensa en arrebatarle el poder a los tracionalistas  pero sin planeación  y sin ánimo de hacer suyo  el futuro, pero así como se comportan no los habrá de esperar.

Primero que todo deben calentar el nido en Palmillas,  y salir desde muy temprano a recorrer la campiña, visitar a todas las familias llevando propuestas viables y que sean fáciles de aterrizar, pero seguro no lo harán porque <el codo duele>  y es que al tocar la puerta  de una habitación  donde vive una  familia pobre,  pues se les debería  apoyar,  quizá no regalándoles dinero, pero si ayudándolos a que aprendan a pescar, no a recibir el pescado, porque esa cuestión  los hace más codependientes y, pues se van por lo más Fácil,  y, la oposición no es lo mejor porque van con las manos vacías,  solo a pedir el voto y no dan nada a cambio.

Cuando la oposición entienda a la gente que carece hasta de lo estricto y los apoye a buscar soluciones a sus necesidades, entonces ya habrán comprendido que están listos para arrebatar el poder a los tradicionalistas que les llevan en esos menesteres políticas varios años luz.