En Tula debe replantear Sembrando Vida
Uno de los programas insignias del Gobierno Federal ‘sembrando vida’ puede continuar trabajando en esta región pero cambiando los cultivos y dejar por la paz el pensar en sembrar árboles frutales o experimentar con arboles maderables que no tienen el mismo rendimiento en esta zona semi desértica.
Alguna opción que podría hacer más fácil de manejar y producir sin duda son unos nopales los magueyes la pitahaya, que ocupan muy poca agua y tierra burda y tanto nutrimiento además de que se puede promover la creación de viveros para árboles locales como la nuez encarcelada, el pinabete, el encino local, el cedro huasteco, para la reforestación en el municipio de Tula, donde se pueda comercializar y que puedan utilizar árboles que si son autóctonos.
Otro sería el manejo de las cactáceas, el cuidado, la reproducción de palmas, biznagas y todo este tipo de plantas del desierto y con esto evitar su desaparición, además de que estás mismas pueden ser un negocio pues son plantas hermosas para la jardineria y no podemos olvidar a las plantas de olor que se dan de manera silvestre como el orégano, la vendita y hasta el chile piquín que puede ser manejado y resultar buen negocio.
No es necesario seguir desperdiciando recursos humanos y económicos sin cosechar un fruto, ya son varios años de fracaso de este programa, que solamente ha provocado problemas en las comunidades por la lucha por el agua y un sentimiento de frustración pues son muchos los campesinos y pocos los beneficiarios.
