INFIERNO GRANDE
Por un “solarcito” de aproximadamente 20 metros de frente por 20 metros de fondo se enfrentan en Palmillas once hermanos, al menos esa cantidad es la que nos refirieren, si son,– menos hermanos,- eso no sería relevante, porque el pleito entre hermanos es castigado por el creador pero al parecer a los belicosos eso no les interesa.
Dios dijo amémonos los unos a los otros, con mayor razón ese cariño debe ser entre filiales, pero al parecer la señora Juana Rosales esas cuestiones no las toma en cuenta, ya que quiere el solar a comento el cual es motivo de una disputa.
Los hermanos de Juana argumentan que a ella, le dejaron una parcela y por lo tanto ya no tendría derecho al solar en cuestión, pero la aguerrida mujer no quitó el dedo del renglón y exige su trocito de tierra.
La disputa ha ido subiendo de tono y para arreglar los límites y linderos pidieron al Síndico Municipal Santos Torres, que demarcara el terreno, pero como Juana, no estaba de acuerdo contrató a una abogada que se dedica a picar pleitos para demandar al Síndico al que acusa de manipular los linderos.
Cabe apuntar que el edil municipal solo cumple con su deber, que le ha asignado la Constitución de la República— es dable señalar a Don Santos, le corresponde la representación legal del Ayuntamiento, PERO, quizá para crear sensación, ponen en tela de juicio la honorabilidad de Sindico, lo que seguro no van a lograr, porque don Santos, no es Parte de ese asunto, sino un eficiente mediador.
Se espera que el pleito que inició Juan Rosales por un solarcito que le podría tocar en la repartición menos terreno que el que necesitaran para su sepulcro el día que Dios la recoja, ojalá tarde mucho tiempo, porque luego quien dará de qué hablar. Abundando 20 metros entre 11 dueños es igual a un metro, bueno casi dos que se repartirán.
Seguramente la disputa siga porque fuerzas externas le atizan al pleito para que le brinque con más centaviza.