Con esperanza siembra en Tula
En la sierra de Tula, Tamaulipas, donde las montañas se elevan y los valles se esconden, la esperanza crece junto al maíz, la calabaza y el frijol.
Don Lorenzo Hernández Camacho, es el ejemplo de esta entereza, pues es un campesino aun a su avanzada edad, este vecino de Santa María de Atocha, donde la tradición y la lucha diaria por la supervivencia se entrelazan.
Con la ayuda de su mula, el viejo amigo fiel, Don Lorenzo labra la tierra agreste, sin rendirse ante la dureza del terreno. La siembra es de autoconsumo, un acto de fe en la naturaleza y en la propia capacidad para sacar adelante a su familia.
Las lluvias, bendición o maldición para algunos, aquí son recibidas con alegría y esperanza. Los Tultecos saben que sin ellas, la tierra sería un erial improductivo. Así que trabajan con entusiasmo, con la certeza de que su esfuerzo será recompensado.
En este rincón de México, la vida es dura, pero la esperanza es más fuerte.
Y Don Lorenzo, con su mirada profunda y su sonrisa cansada, es el vivo ejemplo de que, incluso en los lugares más recónditos, la lucha por la vida es también una lucha por la dignidad y la supervivencia.”
Fotos cortesía: Carlos Laga