Grandiosa fue la callejoneada en Palmillas
El pasado 3 de agosto en los festejos de la conmemoración del 297 aniversario de la fundación de Palmillas, la cual inició en la calle Francisco I Madero esquina con Villanueva y de ahí el contingente ecuestre y de a pie salieron rumbo a la calle Pípila para entrar a la avenida Hidalgo, hasta la calle Chaparral, pasando a un costado el lienzo charro “los Caporales” para luego tomar el acceso a Palmillas por la avenida 16 de septiembre y Obregón, para terminar en la calle Hidalgo frente a la presidencia municipal en donde hubo un espectáculo ecuestre que realizaron los hombres y mujeres de a caballo mostrando la destreza de sus cuacos como las riendas,– ceja de caballo, así como cuartos de lados,– viéndose la educación de dichos cuadrúpedos con lo que se demuestra que el cuaco es charro- también acostaron al equino con el jinete encima.
En esta callejoneada participaron más de 300 personas en donde los jinetes seguían luciendo sus destrezas al compás de la música de una banda.
Cabe apuntar que en esta ocasión no participó el Burro-Bar, el cual ya estaba todo listo para montarle las garrafas con agua loca pero el burro se amachó y se quedó con el ropaje y atuendos para la callejoneada.
Por lo que el vino y cerveza se estuvo repartiendo en carros y camionetas. El recorrido fue bastante alegre y más con los alipuses y la música de banda que estuvo acompañando en todo el trayecto a los cabalgantes y a los de a pie siendo muy concurrida la callejoneada.
Al frente de la callejoneada iba el presidente de la Asociación Ganadera Local Jorge Monita Silva, Jaime Barragán, e invitados de honor, además personas que acudieron desde Estados Unido, de Reynosa, Monterrey, Ciudad Victoria, del Altiplano Tamaulipeco y de innumerables comunidades que se apasionas con las fiestas de Palmillas
Entre la gran multitud saludamos y también entrevistamos al gran animador de las charreadas y eventos ecuestres como lo es Antonio Camacho Córdova, quien nos dijo que esta callejoneada es la numero 12, para luego despedirse de “los decidores” con unos versos de su propia inspiración que dicen: Agua le pido a mis Dios, para regar una tierrita que tengo, quiero tener de a dos, pero con qué fregados las mantengo, de perdido que salga zacatito para una burrita que tengo.