La calidad de nuestra joven democracia
Mario Flores Pedraza
No existe democracia perfecta, no existe un mismo régimen político que pueda ser utilizado en todos los países del mundo. Cada democracia tiene sus peculiaridades, cada democracia puede ser a veces más, a veces menos democrática. Tenemos que estudiar la calidad de la democracia del país y estado donde vivimos. En México y en los estados, ¿Tenemos una democracia de calidad?
Ahora que en Tamaulipas enfrentamos un proceso electoral para elegir “democráticamente” a un nuevo gobernador por 6 años más, tendríamos que hacer un estudio correcto para poder evaluar la calidad de nuestra democracia. Primero, preguntémonos si las elecciones que tendremos son libres e imparciales (las elecciones son la esencia de la democracia), si se respetarán los topes de financiamiento de campaña de los candidatos, si las practicas como la movilización y “mapacheo” existirán en esta elección, si votarán solo las personas que acudan libremente el día de la elección o también votarán los difuntos.
Después de la elección y ya teniendo un ganador, analicemos el nuevo gobierno ya que el haber ganado una elección no los exime de no ser un gobierno corrupto, ineficaz o irresponsable, lo cual les haría menos democráticos, aunque no necesariamente antidemocráticos. La consolidación de la democracia no garantiza su calidad.
Las virtudes que debe tener toda democracia de las cuáles varía la calidad de una democracia son: el Estado de Derecho, la participación ciudadana, la competencia, la igualdad política y la responsabilidad del gobierno frente a los electores. El parámetro principal es la constitución del Estado de derecho. Un orden jurídico valido y eficaz al que se sometan todos los ciudadanos sin excepción alguna podrá garantizar la igualdad y el respeto por las libertades políticas y sociales. Es importantísimo que exista este orden jurídico ya que, sin este, la participación ciudadana o la igualdad política, no serian más que conceptos ideales sin aplicabilidad práctica, siendo difícil limitar el poder del ejecutivo y su sometimiento a la voluntad popular.
Ahora bien, la participación ciudadana es el punto medular en una democracia, de su capacidad para votar, presionar, protestar y organizarse para influir en las decisiones del ejecutivo, dependerá el grado de respuesta de una democracia. En todo caso recordemos como dije anteriormente que la esencia de la democracia son las elecciones libres, por lo que la respuesta democrática no podrá satisfacer a la totalidad del electorado (en democracia los perdedores quedarán insatisfechos, al menos temporalmente).
Habiendo analizado todo lo anterior, ¿Consideras que vivimos en un México democrático? ¿En un Tamaulipas democrático?, y más aún, el próximo junio, ¿Tendremos elecciones democráticas en nuestro estado?