ASI LAS COSAS… PERO NO TODO ESTÁ PERDIDO

 ASI LAS COSAS… PERO NO TODO ESTÁ PERDIDO

Empiezo este espacio informativo comentándoles que a veces uno siente que en Tamaulipas las noticias llegan como cuando cae el aguacero: de golpe, sin avisar, y uno nomás se cubre como puede. Pero también hay días en que uno respira hondo y dice: “bueno, tampoco todo está tan mal”. Así anda el ánimo, entre la sorpresa y la esperanza.

Ahí tiene usted el tema de las becas de la Secretaría de Educación. Salió el señalamiento de que algunas fueron a parar a manos de familiares del sindicato magisterial y claro, a cualquiera le da coraje. Pero más que enojo, lo que uno siente es esa punzadita de “¿por qué seguimos tropezando con lo mismo?”. Aun así, me quedo con algo bueno: la gente ya no se queda callada. Hoy los papás hablan, cuestionan, preguntan, exigen respuestas. Y eso, en un estado como el nuestro, es señal de que la sociedad está más despierta que nunca.

Ahora bien, mientras aquí seguimos tratando de acomodar ese rompecabezas, el gobernador Américo Villarreal se reunió con la presidenta Claudia Sheinbaum allá en la capital. Y la verdad, qué bueno. Que se dialogue, que se busque apoyo, que haya coordinación. Porque, le soy sincero, a veces Tamaulipas se siente como casa grande con goteras, y cualquier mano extra ayuda. Ahora, claro, también hace falta que lo que se acuerda allá arriba se aterrice aquí abajo. Pero ver puentes en vez de pleitos, ya es un avance. Peor sería tener un gobierno estatal peleado con el federal, sin apoyos ni diálogo.

Y hablando de escenas curiosas, lo de Fernández Noroña con su conferencia casi vacía dejó otra lección.
Pues mire, hasta eso tiene su lado rescatable. Este polémico legislador convocó a la prensa para explicar sus polémicas declaraciones en contra de Grecia Quiroz viuda de Manzo y la sala se quedó vacía. Ni reporteros, ni colegas, apenas un puñado de camarógrafos. El legislador lo calificó como “campaña perversa”. Pero la realidad es más simple y más dura: cuando la narrativa de confrontación se vuelve un hábito, incluso los espacios de prensa que suelen ser pacientes terminan por deslindarse.
No todo se le puede atribuir al complot; a veces, que se queden solos los políticos es una consecuencia de sus desvaríos de comentarios.

Ahora, un punto que sí me deja buen sabor: todos los finalistas para la Fiscalía vienen de la administración pública. Eso significa que conocen el terreno, las piedras, los tropiezos y los caminos. No se van a sorprender con lo que encuentren adentro porque ya lo han vivido. Y si de ahí sale alguien con ganas de hacer cambios reales, créame, podemos ver un antes y un después. Una Fiscalía fuerte siempre es buena noticia para cualquier estado.

Al final del día, yo lo veo así: sí, tenemos problemas. Sí, hay cosas que se sienten cuesta arriba. Pero también hay señales pequeñas, pero ahí están de que no todo va en picada. Hay ciudadanos más participativos, hay puentes políticos que se están tendiendo, y hay oportunidades de renovación en áreas clave.

Así están las cosas y aunque a veces parezca que siempre estamos en el mismo capítulo, algo se está moviendo. Falta mucho, pero vamos viendo. Y quién quita y un día de estos las buenas noticias sean las que nos sorprendan.

Por hoy es todo y nos leemos en la próxima, primero el primerísimo.

Compartir Noticia: