Boxeadora se retira tras recibir dos golpes; contrincante tiene cromosomas de hombre
Una nueva controversia ha surgido en la competición de boxeo femenino de los Olímpicos. En los octavos de final de la categoría de hasta 66 kilos, la boxeadora italiana Angela Carini decidió abandonar su combate a los 46 segundos tras recibir golpes contundentes de su oponente, Imane Khelif. Sin embargo, lo que generó polémica no fue la destreza de Khelif en el ring, sino la cuestión de su elegibilidad para competir.
Angela Carini, tras recibir dos golpes en la nariz que le dificultaron la respiración, decidió no continuar el combate. En declaraciones recogidas por un medio italiano, Carini expresó: “Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta”, dijo después de recibir un fuerte derechazo que la dejó ya sin posibilidades de competir. A su entrenador, Emanuele Renzini, le comunicó: “Me dolió muchísimo, no quiero seguir”.
“Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte, corresponde al COI juzgar”, agregó.
Al abandonar el cuadrilátero, Carini se mostró visiblemente molesta, por lo que se le escuchó decir: “no es justo”.
Imane Khelif y otra boxeadora, Lin Yu-ting, han sido el centro de atención y críticas debido a su participación en el torneo. Ambas atletas fueron descalificadas del Mundial de 2023 por poseer cromosomas XY, asociados con los hombres, mientras que las mujeres generalmente tienen dos cromosomas X. Esta situación ha suscitado un debate sobre las políticas de elegibilidad y equidad en las competencias deportivas de género, pues para las justa deportiva de París, las ya mencionadas recibieron el ok para compertir de parte del Comité Olímpico Internacional pese a dejar dudas tras someterse al examen sobre igualdad de genero.
Presente en París, la primera ministra Giorgia Meloni consideró que el combate “no fue en igualdad de condiciones”.
“No estoy de acuerdo con el COI”, declaró Meloni durante una reunión con atletas italianos. “Creo que las atletas que tienen características genéticas masculinas no deberían ser admitidas en las competiciones femeninas”.
“Es una parodia y una burla para todos los deportes olímpicos”, opinó la legendaria tenista Martina Navratilova al responder a un mensaje en X de la escritora J. K. Rowling.
“Expliquen por qué aceptan que un hombre golpee a una mujer en público para tu entretenimiento. Esto no es deporte”, escribió la autora de la saga Harry Potter, quien a su vez ha sido acusada de transfobia por algunas de sus declaraciones públicas.
La controversia sobre la elegibilidad de Khelif y Lin Yu-ting ha generado un intenso debate en redes sociales, con muchos cuestionando la equidad de permitir su participación en la categoría femenina. Las críticas apuntan a la complejidad y sensibilidad del tema, que involucra tanto aspectos biológicos como éticos y reglamentarios en el deporte.
Previo al arranque de la justa deportiva de París, Ebanie Bridges, boxeadora australiana, manifestó su desacuerdo con la elegibilidad de las participantes por parte del Comité Olímpico Internacional.
“Es asqueroso que el Comité Olímpico deje a estos hombres/ mujeres, que aún parecen hombres compitan contra mujeres”, dijo.
Horas antes, el Comité Olímpico Argelino (COA) había salido en defensa de su boxeadora asegurando que era víctima de “mentiras” y de “ataques poco éticos”.
El COI, que asumió la organización del boxeo olímpico por falta de transparencia en la IBA, respaldó el martes la presencia en los Juegos de ambas boxeadoras.
“Todas las que compiten en la categoría de mujeres lo hacen cumpliendo las reglas de elegibilidad de la competición”, afirmó el portavoz del COI, Mark Adam.
“La prueba de la testosterona no es una prueba perfecta. Muchas mujeres pueden tener niveles de testosterona iguales o parecidos a los de los hombres, sin dejar de ser mujeres”