Brisa es altruista.

Bustamante.- La gente ha estereotipado a la belleza femenina con personas que tienen poca masa gris, esto quiere decir, que las mujeres bellas, por lo general son superficiales, sin proyecto de vida, más allá de ellas y, por lo tanto impera un superlativo culto a su personalidad y la belleza exterior totalmente desmedido, además, de un galopante egoísmo que las aleja de la gente común y corriente. 

Sin lugar a dudas, la belleza a las mujeres las hace plenas, las engrandece, las eleva y las mueve más en ese sentido, esto no quiere decir que personas como Brisa Verber Rodríguez, quien es joven y bella la haya cooptado la soberbia y la vanidad por irradiar beldad, por el contrario, ese encanto es solo el adorno de su don de gente y amor a sus semejantes, como ha quedado registrado en su primer año al frente de los destinos de los Bustamantenses.

Las palabras sin ejemplos, sinceramente no tiene valor, ni credibilidad, porque si decimos que Brisa es una mujer privilegiada con la encarnación de afrodita, sinceramente estaríamos describiendo a una mujer que solo piensa en su elegancia y el glamur que da la parafernalia y, no una mujer de carne y hueso que piensa en sus semejantes, lo mismo que en su persona y ello, la enaltece mucho más…

No ha mucho de hoy, se presentó una madre afligida a la presidencia municipal de Bustamante, provenía del ejido San José de Llano, municipio de Miquihuana y el motivo que la hicieron tocar las puertas del Ayuntamiento fue para solicitar encarecidamente apoyo para su enfermo bebé con diabetes, era tan grave el padecimiento que los médicos ya lo estaban dializando a consecuencia insuficiencia renal terminal.

Nos tocó escuchar el triste dialogo que hasta las lágrimas se nos rodaron, pues resulta que la amorosa madre, acudió en primera instancia a la presidencia de Miquihuana como era lo indicado a solicitar apoyo a la munícipe Gladis Vargas Rangel y la respuesta de la inhuman edil fue;—yo no soy beneficencia pública, búsquele, pida limosna o haga lo que quiera, pero de mí, dijo Gladis, no tendrá ni un cinco para curar a su bebé, la mujer salió  como autómata de palacio municipal, arrojado gruesa lágrimas de dolor y de impotencia, con el alma destrozada viendo que su criatura se le moría en sus brazos.

Entre esa pesadilla que la acongojaba solo se le ocurrió visitar al pueblo que siempre los ha apoyado, como lo es Bustamante.

Una vez en dicho conglomerado humano la alcaldesa Brisa Verber Rodríguez, escuchó atenta a esa madre que moría poco a poco al igual que su retoño y sin pensarlo con ese impulso bondadoso que caracteriza a la joven alcaldesa sacó de su bolso unos billetes que representaban su quincena y los colocó en el morralito de la inconsolable madre, además ordenó que  se dispusiera de un vehículo para trasladar a la inconsolable mamá y al bebé a un hospital de Municipio de  Dr. Arroyo Nuevo León, para que atendiera al niño superlativamente enfermo.

Como podemos apreciar las acciones de Brisa, son un catalizador del crecimiento humano y, no por ser bella, es una mujer superficial, frívola y sin amor al prójimo