BUSTAMANTE CON POCA AGUA SUBTERRÁNEA—POR ELLO SE RECOMIENDA CUIDARLA.
Es de gran importancia la infraestructura vial que realizan los habitantes del ejido Felipe Ángeles, en el sentido de programar la conducción del agua- lluvia, hacia los dos aljibes, mismos que almacenan agua para que abreve el ganado y hacer rentable el programa Sembrando Vida entre otros beneficios.
Para ello, en dos calles, concéntricas del ejido a comento y con el apoyo financiero de la alcaldesa Brisa Verber Rodríguez, técnicos en vialidad y la intuición propia de la gente del campo, pavimentan con significativo empedrado y la contención de dos cordones construidos a base de concreto hidráulico para canalizar el agua hacia los aljibes descritos.
Los trabajos van muy avanzados y se espera que en las próximas precipitaciones pluviales ya estén las dos arterias viles conduciendo el agua – lluvia hacia las dos ollas, las culés una se construyó hace varios años a base de cemento armado, a la otra se le coloco una membrana a ras del suelo con la finalidad de que se evite la filtración del líquido vital.
Perooooo, los dos aljibes en mención, así como otra veintena de represas construidas a lo largo y ancho de la geografía Bustamantense no son suficientes para planear la sequía, sino que se requiere confeccionar más programas precisamente para anticiparse a la sequía, previendo soluciones que puedan satisfacer las demandas, evitando situaciones de desabasto de agua, entendiendo la importancia del recurso para apoyo de la vida animal y vegetal, y sobre todo a los seres humanos.
Como es sabido el municipio de Bustamante se ubica en una zona árida donde existen muy pocas fuentes subterráneas de agua, es por eso que expertos en asuntos hídricos recomiendan que cada familia debería contar en su solar una olla de captación de agua lluvia.
Es crucial que las familias del campo en Bustamante tengan ollas grandes para recolectar el agua de lluvia, ya que esta práctica ofrece múltiples beneficios, especialmente en relación con la conservación de recursos hídricos:
Al recolectar agua de lluvia, las familias pueden reducir su dependencia de pozos y otras fuentes subterráneas, aliviando la presión sobre los acuíferos y contribuyendo a la sostenibilidad de los recursos hídricos a largo plazo.
El agua de lluvia, adecuadamente filtrada, puede ser una fuente segura y limpia de agua potable, lo cual es vital en áreas rurales donde el acceso a agua limpia puede ser limitado.
Recolectar agua de lluvia puede reducir los costos asociados con la extracción y tratamiento del agua subterránea, así como los gastos en servicios de agua suministrada por camiones cisterna o sistemas municipales.
El agua recolectada puede ser utilizada para el riego de cultivos, ayudando a las familias a mantener huertos y jardines productivos incluso durante períodos de sequía o cuando el suministro de agua subterránea es limitado.
Al disminuir la extracción de agua del subsuelo, se minimiza el riesgo de agotamiento de acuíferos y la degradación de suelos, lo que contribuye a la preservación de los ecosistemas locales y a la estabilidad del terreno.
Enfrentar variaciones en los patrones de lluvia y sequías prolongadas es un desafío creciente en las áreas rurales como los tres cañones de Bustamante. Recolectar agua de lluvia permite a las familias adaptarse mejor a estos cambios, asegurando un suministro de agua durante todo el año.
Fomento de prácticas tradicionales: La recolección de agua de lluvia es una práctica ancestral en muchas culturas rurales. Promover el uso de ollas grandes para este propósito no solo apoya la sostenibilidad, sino que también preserva y revitaliza conocimientos tradicionales valiosos.
Ha trascendido que uno de los propósitos de la alcaldesa electa Maricela Rodríguez González, es buscar alternativas viales para proveer del líquido vital a todas las familias y una de las soluciones podría ser la instauración de grandes ollas en cada núcleo familiar, con lo que se podría palear la terrible sequía que abate a Bustamante desde hace muchos años.