Buzos ayudarán a rescatar a mineros atrapados
Diez mineros permanecen en una mina de carbón mientras varios cientos de militares y civiles intensifican las labores de rescate y se esperaba el arribo de un grupo de buzos que se sumará a las tareas de búsqueda.
Entre las personas que participan en las labores de rescate está Alfredo Torres, primo de uno de los mineros atrapados y que el miércoles se incorporó como voluntario al equipo.
Ataviado con un casco plástico y con su ropa y botas llenas de barro, Torres relató que en la tarde del miércoles comenzaron a utilizar pequeñas bombas para sacar el agua de los pozos y poder ingresar a buscar a los mineros, tarea que se ha hecho muy complicada debido a que los pozos siguen inundados después de varias horas de extracción de agua.
“No puede entrar nadie. Tenemos que tratar primero de bombear toda el agua, sacarla, para que puedan entrar… a rescatar a los compañeros”, dijo el voluntario a la prensa y agregó que hasta el momento no han logrado comunicarse con los mineros ni escuchar algún ruido que les pueda dar una señal de dónde se encuentran o si están con vida.
Por las redes sociales algunos de los familiares de los mineros como Mariyfili Rodríguez llamó a oraciones por su hermano, José Mireles, quien permanece atrapado en la mina. “Dios en tus benditas manos están las vidas de los mineros”, dijo Rodríguez en su cuenta de Facebook.
Los mineros quedaron atrapados en un socavón de la mina “Las Conchas” del municipio de Sabinas, Coahuila, que se derrumbó la tarde del miércoles cuando los hombres se toparon con un área contigua llena de agua que al venirse abajo provocó la inundación de tres pozos.
Durante la conferencia presidencial matutina la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, informó que cinco de los 15 mineros que trabajaban en el lugar lograron escapar y fueron llevados a un centro de salud tras presentar lesiones. Tres permanecen hospitalizados.
El subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Agustín Rádiala Suástegui, explicó que los mineros se encuentran atrapados entre dos pozos de carbón que están a 60 metros de profundidad, los cuales están inundados con 34 metros de agua.
Como parte de las labores de rescate las fuerzas de seguridad están realizando trabajos de desagüe y bombeo de los pozos.
En las próximas horas se espera el arribo al lugar de una aeronave de la Guardia Nacional con seis buzos de las fuerzas especiales que ingresarán a los pozos para rescatar a los mineros, informó el oficial.
A más de 24 horas del accidente, varios de los familiares de los mineros esperaban sentados bajo un árbol en las cercanías de la mina -cuyo acceso fue cerrado y está resguardado por policías y militares armados- recibir noticias de los mineros.
El subsecretario de Protección Civil estatal, ingeniero Francisco Avalos, declaró a la prensa que se está trabajando activamente en la extracción del agua para lograr el acceso de los cuerpos de rescate a los pozos.
Unos 269 agentes de las fuerzas militares y otros cuerpos de seguridad participan en las labores de rescate.
“Deseo con toda mi alma que rescatemos a los mineros”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al final de su conferencia matutina en la que pidió a diferentes organismos que informen si disponen de bombas grandes de extracción de agua para enviarlas a Coahuila y apoyar las acciones en la mina.
López Obrador indicó que la prioridad es rescatar a los mineros y que luego se investigarán los permisos de explotación y las inspecciones para determinar responsabilidades.
El delegado en Coahuila del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Javier Martínez, dijo que el lugar donde ocurrió el accidente corresponde a una región donde funcionaron viejas minas, que cesaron operaciones hace años, y que pequeños concesionarios operan con la ayuda de un reducido grupo de mineros, no sindicalizados, que trabajan en los llamados “pocitos” sin cumplir las medidas de seguridad tales como sistemas de ventilación, otro pozo de salida de emergencia, equipos de seguridad, y sin la supervisión de la Secretaría del Trabajo.
Martínez explicó que los accidentes en los “pocitos” son muy comunes porque los mineros trabajan en esos lugares sin mapas y muchas veces durante sus excavaciones, que realizan con la ayuda de pistolas neumáticas, se topan con las paredes de viejas minas, que siempre están llenas de agua, que al romperse generan grandes inundaciones.
Sobre la posibilidad de que los diez mineros puedan salir con vida, Martínez dijo que “es muy complicado”, y agregó que todo dependerá de la fuerza con la que corrió el agua en los pozos, el lodo que arrastró la corriente, si se derrumbaron las estructuras de madera que sostenían las paredes de la mina, o y si los mineros lograron conseguir un recoveco donde meterse.