Casi 5 mil niños fueron abusados sexualmente por curas en Portugal
Lisboa.- La investigación sobre abusos en la Iglesia lusa reveló una “trágica realidad”, afirmó este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal (CEP), José Ornelas, que defendió “tolerancia cero” frente a los abusadores, pero descartó una “caza de brujas” en el seno de la Iglesia.
“Pedimos perdón a todas las víctimas”, reiteró Ornelas, que admitió que la cifra de abusos -al menos 5 mil- le impresionó y consideró que son “crímenes hediondos” y una “herida que nos duele y nos avergüenza”.
“La tolerancia cero para los abusos tiene que ser una realidad dentro de la Iglesia”, dijo e insistió: “Pedimos disculpas por no haber sabido crear una fórmula de escrutinio interno”.
Ornelas evitó concretar posibles acciones contra los sacerdotes abusadores en activo: “No andemos a la caza de brujas”, dijo, hasta tener la certeza de su responsabilidad y, en esos casos, la “propia Iglesia tiene protocolos”.
El informe de la comisión que ha investigado los abusos, insistió, no incluye una lista de acusados sino de testimonios que en algunos casos no identifica a los abusadores y “si no hay identificación no puede haber proceso”.
“No puedo garantizar que de aquí a mañana no habrá un caso”, agregó, pero “tenemos una conciencia diferente hoy”.
“Los abusadores no tienen lugar” dentro de la Iglesia y deben asumir sus responsabilidades “criminales y morales”, defendió Ornelas, que evitó adelantar si la Iglesia avanzará con nuevas investigaciones en el futuro.
El obispo insistió en que el tema debe preocupar a todas las instancias de la Iglesia y apuntó que esta “preocupación tiene que estar presente” en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto en Lisboa con la presencia del papa Francisco.
El informe final de la comisión independiente creada por la CEP para investigar abusos en el seno de la Iglesia Católica portuguesa concluyó que, al menos, cerca de 5 mil menores sufrieron abusos, en su mayoría por sacerdotes, en seminarios, iglesias, centros de acogida o escuelas.
Las víctimas comenzaron a ser abusadas entre los 10 y los 14 años, el 57% eran niños y la mayoría ronda hoy los 52 años.