Columna/ El Mazo del Decidor
Cd.Vuctoria, Tam.- AMLO tiene juguetito nuevo, ahora que mediante argucias, sucias, desde luego, en el Congreso de la Unión se efectuaron modificaciones a la Ley de Minería para “estatizar” el litio.
Emberrinchado, enloquecido, notoriamente enfurecido luego de que no pasó el trabuco legislativo su contra reforma eléctrica, en un franco albazo legislativo, AMLO envió su iniciativa de reforma a la minería, sin siquiera darles a conocer la iniciativa al grupo opositor. Así se las gasta López.
El litio y todos los elementos referidos en la Tabla periódica de los Elementos que se estudian en la secundaria en la materia de química, son propiedad de la nación desde que se estableció en la Constitución de 1917.
Lo que ahora hizo AMLO, es “dispararse en el pie” para impedir que manos ajenas al gobierno federal participen en la extracción y procesamiento de los yacimientos de litio del país, aunque ni siquiera se sabe cuántos hay, cuánta capacidad tienen, por citar lo menos.
Para efectuar la localización, extracción y procesamiento de litio se requerirá contar con tecnología (que no se tiene) y miles y miles de millones de pesos, sin saber aún si será rentable esa tarea.
Como siempre, ganó la ignorancia, el odio y el revanchismo en la toma de decisiones del que se perfila como el peor presidente que hayamos padecido.
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Mal, pero muy mal se vieron los diputados locales de Morena al ir al Senado de la República a lloriquear sus derrotas en la actual legislatura.
Lo menos que pidieron es la desaparición de poderes, o sea, entre otros, ellos mismos, pues forman parte de un poder del Estado, de manera que trataron de suicidarse políticamente.
En una comparecencia ridícula, pueril, los morenos solo fueron a ser el hazmerreír de los senadores que los atendieron, quienes no daban cuenta de que eso estuviera ocurriendo y que la visita era para tirar estiércol para todos lados.
Con esas ayudas, Morena en los próximos comicios está cavando su propia tumba, pues dejan en claro la incontenible ambición de poder y la escasa preparación de sus adeptos.
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Para el titular de la Coepris en Tamaulipas, los victorenses o somos unos cerdos, o somos gusanos de agua puerca.
Lo anterior derivado de las funestas y desacertadas declaraciones que diera cuando manifestó que aunque el agua “potable” que dota la Comapa a los victorenses, aunque salga sucia y “chocolatosa” se podía beber sin ningún problema, lo que para cualquier persona con un dedo de frente eso resulta una estupidez.
No me imagino a un ser humano con uso de razón, tomando agua turbia donde debiera salir incolora. Esa agua sucia, no pasaría ni el más leve examen bacteriológico.
La realidad es que son ya muchas las ocasiones en que Comapa abastece con agua turbia a los victorenses y es una grosería lo que hacen y, peor, cuando el organismo de velar porque servicios respeten las normas de higiene, solape absurdas acciones en perjuicio de la población.
