Columna/ El Mazo del Decidor

Cd. Victoria/Redacción.- Las protestas de ciudadanos o de trabajadores están a la orden del día en Victoria.

Cuando no es un grupo es otro, pero así han estado los días recientes.

Ayer tocó el turno a trabajadores de los servicios de salud de varios municipios de la entidad, que protestaron porque tienen años esperan ser basificados en sus centros de trabajo.

No hace falta ser sabio para entender que una protesta en la calle, en cualquier vialidad o fuera de un edificio que alberga entes públicos de poder, es porque fallaron los trámites, falló el diálogo, no se atendieron los temas y se dejó al garete el asunto.

De ahí que se ventilen esos asuntos en la vía pública, por lo menos.

Lo anterior denota la irresponsabilidad de servidores públicos que no pueden o no quieren atender los temas que les son propios.

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Patético se sigue y se seguirá viendo la caricatura de presidente que tenemos al seguir ofendiendo y agrediendo a los periodistas que le dicen sus verdades.

Tal es el caso del destacado periodista Carlos Loret de Mola, que recibe toda clase de insultos y agresiones de parte de AMLO y, ayer, de parte de la presentadora de la sección “quién es quién en las mentiras de la semana”, Elizabeth García Vilchis.

La señora García Vilchis atacó a Loret por, presuntamente, ser propietario de varios inmuebles, como si eso fuera un delito.

La inquina (o inquiña, como suele decirse) que mueve a AMLO y su equipo lo llevará al fracaso, porque si ahora se siente protegido por ser presidente de la nación, ese cargo tiene fin, no es eterno, aunque él así lo desea, de manera que en poco tiempo, estará sometido a las leyes que a todos nos regulan. El destino lo alcanzará tarde o temprano.

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Ayer a mediodía fue atacado a disparos de arma de fuego un joven preparatoriano.

La herida le atravesó la parte baja de la espalda, saliendo por el frente con funestas consecuencias.

Si bien no murió físicamente, las lesiones provocadas son o serán un agravio permanente en su vida.

De pronto, la capital del estado, volvió a sentir un brote de violencia que llega en mala hora.

Cuando ya se estaba tranquilizando el ambiente, regresa de cierta manera.

Confiamos, como siempre, que pronto sea controlado ese círculo de violencia.