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¿De qué viven los palmillenses?

 ¿De qué viven los palmillenses?

¿De qué viven los palmillenses? Se preguntan innumerables visitantes que acuden a dicha comunidad para admirar la iglesia más antigua de Tamaulipas y, es que no se visualiza ningún otro atractivo digno de mostrar a los paseantes y menos ahora que la sequía dañó a Palmillas, secando uno de su bellos atractivos como es “el Salto” que es mundialmente reconocido, algunas personas sobreviven de milagro, otros esperan con ansias que llegue el fin de mes para recibir las remesas que envían los más de 300 paisanos que radican en la Unión Americana quienes puntual y generosamente sostienen la economía del municipio.

Son escasas las fuentes de empleo, las que se pueden enumerar son las que otorga el estado y el municipio como lo es la burocracia y, en una mínima cantidad las que ofrece el comercio establecido, además de que algunas mujeres que sobre la carretera 101 ofertan su cuerpo a transportistas principalmente y no es criticable ya que cada quien hace con su cuerpo lo que mejor les plazca, pero el único pedimento de la sociedad es que se cuiden, porque alguna enfermedad adquirida, la podrían propagar en Palmillas y la comunidad es pobre para invertir en salud, por ello, se recomienda que no se perjudiquen ni perjudiquen a la población, ya que algunas enfermedades se trasmiten con el habla, toda vez que la saliva viaja a 160 kilómetros por hora, puede recorrer  con esa rapidez hasta 6 metros de distancia.

La población vulnerable prefiere esperar a que les haga llegar la autoridad una despensa o esperar la dación federal para los adultos o los Sembradores de Vida.

 Ya abandonaron la lechuguilla no se ve por ninguna parte que se utilice el ixtle para la fabricación de cepillos, brochas para usos industriales y domésticos, aun ni siquiera están contemplados los palmillenses en la fabricación de mecates para anclas de barcos de gran calado, en fin, este negocio ya murió en dicha comunidad.

Tampoco realizan trabajos de peletería; a las pieles no le sacan valor agregado, desde hace muchos años se extinguieron los peleteros, los curtidores y teñidores de cuero que representaba un buen negocio, por lo tanto, abandonaron la actividad que algunos palmillenses realizaban como hacer reatas de cuero, coyundas para la yunta, cuartas para ofertar a los caballerangos, sin duda en esta comunidad se hace poco o casi nada para mejorar la economía familiar.

Otro oficio en vías de extinción, es el denominado artesano, la referencia es a las personas que realizan trabajo manual, confeccionan piezas que son exclusivas personalizan sus creaciones y ello les da valor agregado peroooooo, ya solamente sobresalen 2 artesanos Toño Camacho Córdova que elabora algunas obras, mismas que le sugiere la madera muerta,  las piedras u otros objetos que recoleta en sus inmediaciones y DON CHAVA quien  también con esas manos tocadas por las deidades y su creatividad logra confeccionar  animales que le sugiere la propia  forma de la madera inerte o las piedras que  encuentra a su paso y de esa manera demuestra que su habilidad no tiene límites, pero todo ese concierto de beldades que le inspiran sus musas solo son para guardarlas en su restauran porque no ha buscado mercado para ofertar esas obras de arte.-

En realidad, no hay fuentes de trabajo y al parecer la gente se está acostumbrando a estirar la mano… quizá pocos recuerden que hace más de 30 años las autoridades casi nada regalaban y la gente se aplicaba a buscar el sustento familiar como Dios le daba a entender, ahora parecería que las autoridades nos han domesticado con un pequeño apoyito que en realidad, solo sirve para que sobrevivamos, sumidos en las carencias.   

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Editor2