Excolaborador intensifica denuncias contra alcaldesa de Miquihuana
Acusan a Gladis Magalis Vargas Rangel y a su esposo, Roque Sánchez Carrizal, de operar con impunidad y anticipar un “robo a lo descarado” ante la ausencia de reelección.
Un excolaborador de la administración de Miquihuana ha intensificado sus denuncias públicas contra la alcaldesa del municipio, exigiendo el pago de su liquidación pendiente y señalando presuntas irregularidades en el uso de recursos públicos. En redes sociales, el individuo —cuyo nombre se mantiene en reserva por seguridad— lanzó un mensaje directo a la mandataria: “Si tuviste para comprar una camioneta Jeep color negra, ¿por qué no tienes para pagarme mi dinero?”. Acompañó su publicación con capturas de pantalla que, según afirma, probarían la adquisición del vehículo por parte de la funcionaria.
El denunciante cuestionó la honestidad de la alcaldesa, criticando la autenticidad de sus lemas de campaña como “Fuerza y corazón por Miquihuana” y su autoproclamación como “mujer honesta y de palabra”. Calificó estas frases como “vacías” ante lo que considera una falta de transparencia en el manejo de fondos públicos. Además, apuntó contra el esposo de la alcaldesa, Roque Sánchez Carrizal, acusándolos de actuar con impunidad. En sus palabras: “Juntos, sabedores de que no hay reelección, harán de este gobierno un robo a lo descarado y sin vergüenza”. Citó un dicho popular de la región para subrayar lo que describe como un saqueo sistemático, e incluso insinuó un historial de corrupción en el entorno familiar o político de la pareja al cuestionar la “naturaleza de su estirpe familiar”.
No es la primera vez que el excolaborador hace públicas sus inconformidades. En meses pasados, ya había denunciado ante medios locales presuntas irregularidades, como malversación de recursos y explotación laboral en proyectos públicos. Ahora, sostiene que la alcaldesa prioriza gastos personales —como la supuesta compra del Jeep— por encima de cumplir con las deudas laborales hacia sus empleados.
El excolaborador confirmó que ha presentado una denuncia formal ante las autoridades laborales por la falta de pago de su liquidación. “Por lo pronto, ya puse mi denuncia por falta de pago”, escribió, advirtiendo que está dispuesto a llevar el caso hasta las últimas consecuencias si no recibe respuesta.
Hasta la fecha, ni la alcaldesa ni su esposo han emitido declaraciones sobre las acusaciones. No han presentado pruebas que desmientan la compra del vehículo ni han explicado si este fue adquirido con fondos públicos o privados. El silencio oficial ha avivado las sospechas entre la ciudadanía.
El caso ha reavivado el debate sobre la rendición de cuentas en Miquihuana, especialmente por el contraste entre los señalamientos de corrupción y los discursos de austeridad de la administración. La idea de que la pareja “opera sin temor a consecuencias” debido a la imposibilidad de reelección ha generado indignación, con críticas hacia un posible “gobierno de despedida” enfocado en beneficiarse antes de concluir su gestión.
Ciudadanos de Miquihuana exigen una investigación independiente para esclarecer si hubo desvío de recursos, esto es un nuevo episodio de tensión política, donde las demandas laborales se entrelazan con cuestionamientos éticos. Mientras el excolaborador promete continuar revelando “pruebas”, la presión pública aumenta para que la alcaldesa y su esposo rompan su silencio. En las calles, una pregunta persiste: ¿acaso su “fuerza y corazón” incluye rendir cuentas, o su gestión quedará marcada como un “despoblado y sin vergüenza”, como lo denuncian en redes sociales.
