Incendios forestales en Chile arrasan con jardín botánico de 117 años y una familia
El Jardín Botánico de Viña del Mar, el pulmón verde de la que es conocida en Chile como la ciudad jardín, se ha hecho cenizas este fin de semana. El fuego voraz que ataca el centro-sur de Chile ha arrasado con su bosque nativo, sus árboles exóticos, su invernadero y su centro de investigación ambiental. También con las casas de sus trabajadores, muchos de ellos hijos o nietos de antiguos funcionarios del recinto constituido 117 años atrás. Era el caso de Patricia Araya, la Pati, una mujer en sus cincuenta dedicada al área de horticultura: sus nietos de nueve y un año, y su madre de 92, otrora trabajadora del jardín, estaban con ella cuando llegaron velozmente las llamas. La matriarca padecía problemas de movilidad y no lograron salir. Los cuatro fallecieron y son parte de las 99 víctimas la tragedia que ha azotado a la Región de Valparaíso, por las que el presidente Boric ha decretado este domingo duelo nacional por dos días.
Tras el incendio, las 400 hectáreas de paño verde del Jardín Botánico, sólo quedan dos. Aún hay bases de árboles centenarios encendidas y cada tanto uno se desvanece contra el suelo gris.
Cerca de las 14.00 horas del viernes, un viento fuerte comenzó a golpear los rostros de los visitantes del parque, y las ramas caían desde lo alto de los árboles. Una hora después, el director del recinto, Alejandro Peirano, ordenó su evacuación debido a un incendio lejano e improbable. “En ese momento no había riesgos de que llegara el fuego, pero a las 16.00 empezó a acercarse a toda velocidad y a las 18.00 ya estaba quemando el jardín”, relata a EL PAÍS Freddy Mix, responsable del área de cultura y recreación del icónico lugar de encuentro viñamarino. Los pedazos de tronco en llamas caían sobre los coches aparcados a las afueras del paño verde y se encendían. “Salir del jardín es encontrarse con una zona de guerra. Es impactante la destrucción, impactante”, añade por teléfono.
Peirano recorrió este domingo el parque y ha dicho a 24 Horas que “lo principal es el dolor que signfica haber perdido a la señora Pati y su familia. Era una funcionaria del área de horticultura, encargada de producir las semillas”.
Contó que muchos funcionarios, como Patricia, vivían dentro del Parque Botánico. “Además de las vidas humanas, que es lo más lamentable, se perdieron casas” y se “se quemó el 98% o 99%” del recinto. “Acá había un cactario de primer nivel, colecciones, un laboratorio porque se hace investigación y educación ambiental. Se perdió toda nuestra base. Vamos a tener que ver cómo la recuperamos”.
El abogado y escritor porteño Agustín Squella, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, describe el jardín como el más hermoso de Viña del Mar, también el más rico en cuanto a árboles y vegetación. Rememora su nombre original, Parque del Salitre, en recuerdo de Pascual Baburizza, un magnate del salitre que vivió en Valparaíso en lo que es hoy un museo que lleva su apellido y que fue también el que construyó el parque. “Cuando era estudiante iba a ese parque a preparar exámenes de derecho o sentarme bajo un árbol y leer a Proust”, comenta. Aunque se tarde años, califica de “imperioso” recuperarlo. “Habrá muchas necesidades sociales que atender, que son prioritarias, pero no deberíamos olvidar ese lugar. Olvidarlo sería olvidarnos a nosotros mismos, que somos parte de la naturaleza y no los llamados a dominarla”, añade.
La casona patrimonial de 1800, convertida en una cafetería, también se vio seriamente afectada. “Verla así es como un funeral, una pérdida muy grande para nosotros. Pensar en cómo la vamos a volver a parar, el dinero que vamos a tener que invertir…”, relató su dueña en una entrevista a 24 Horas, en la que detalló que hasta 10 mujeres perdieron su trabajo por culpa de las llamas.
Las consecuencias han sido catastróficas en todo orden. Un canil con una treintena de perros se incendió y una de las mayores reservas de palma chilena, en peligro de extinción, se consumió por completo. De los 60 trabajadores del jardín, cerca de la mitad acudió el sábado para resguardar la casona y los pardos centrales de los micro-incendios. Los otros, vecinos de la zona, intentaron salvaguardar sus hogares. “El Jardín Botánico se perdió en un 100%, es un daño irreversible y los responsables deben estar en la cárcel. Es un daño en lo material y patrimonial irreversible”, indicó el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca.
El presidente Gabriel Boric ha catalogado la tragedia en la región de Valparaíso como la más grande que ha vivido Chile desde el gran terremoto del 27 de febrero 2010, que dejó centenares de víctimas por el sismo y el maremoto. “Lo digo para que seamos capaces de dimensionar el dolor y la magnitud de lo que estamos viviendo”, señaló.
Con información de El País