La constructora Hycsa polemica hasta el final

 La constructora Hycsa polemica hasta el final

Redacción.-

La empresa constructora de origen Queretano Grupo Hycsa, responsable de la polémica autopista Mante-Ocampo-Tula (MOT), vuelve a colocarse en el ojo del huracán. En la parte final de su trabajo en la región, los conflictos laborales, sociales y ambientales parecen acumularse, dejando una estela de inconformidades, malestar y desilusión.

En días recientes trascendió el intento de huelga por parte de trabajadores a quienes se les adeudan varios pagos. La falta de recursos por parte de los encargados de la obra derivó en demoras notorias para reanudar las labores, generando enojo entre el personal, quienes además denuncian sobrecarga de trabajo, condiciones inseguras y carencia de equipo de protección. Las quejas apuntan directamente contra los empleadores, de origen queretano, señalados por prácticas laborales abusivas.

Si bien es cierto que Hycsa ha representado una fuente de empleo para cientos de familias del municipio de Tula, su presencia ha estado lejos de ser ejemplar. Desde el inicio de la construcción de la MOT, las promesas incumplidas han marcado el proyecto: campesinos que vendieron tierras bajo la expectativa de accesos dignos, oportunidades de comercio y conectividad, hoy lamentan haber creído en las bondades que nunca llegaron.

A ello se suma el evidente impacto ecológico. La carretera atraviesa una de las zonas más bellas del municipio, y aunque se presume que se respetan la flora y fauna locales, en la práctica es otra historia: destrucción ambiental y afectaciones irreversibles son parte del legado que deja esta obra.

También queda en duda el verdadero beneficio económico a largo plazo. Se vendió la idea de que la autopista detonaría el turismo hacia el Pueblo Mágico de Tula, pero la realidad muestra un tránsito dominado por tractocamiones y vehículos pesados rumbo a los puertos de Altamira y Tampico, conectando al Bajío industrial con la costa, y dejando al municipio como simple paso.

Ante la inminente conclusión de los trabajos, crece la incertidumbre sobre lo que ocurrirá con el empleo generado temporalmente. Muchos vecinos invirtieron en cuarterías para renta, confiando en una derrama que ahora se esfuma sin garantías de que otra empresa de ese calibre retorne a la zona.

Paradójicamente, a pesar de las constantes críticas, irregularidades y fallos en la construcción, el gobierno de Tamaulipas ya anunció nuevos contratos para Hycsa: más libramientos en El Mante y en la zona sur del estado. Así, mientras la MOT deja una estela de dudas y afectaciones, la constructora continúa asegurando obras públicas en territorio tamaulipeco.

Una vez más, queda la sensación de que los beneficios fueron prometidos para muchos, pero asegurados sólo para unos pocos.

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