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La migrante indígena denunció que la amenazaron para que se incriminara

 La migrante indígena denunció que la amenazaron para que se incriminara

Cd. Victoria/Redacción.- Juana Alonso Santizo, migrante de Chuj de Guatemala, estuvo presa durante siete años y medio en una cárcel de Reynosa, acusada de un delito que no cometió, finalmente quedó en libertad la noche del sábado, acompañada del Cónsul General de Guatemala, Mario René González Bolaños, para regresar a su país y reunirse con su familia.

El Fiscal General del Estado, Irving Barrios Mojica, firmó una petición de incidente de libertad y solicitar al Juez del Proceso, audiencia para que se deje en libertad y pueda retornar a su país de origen. 

Además, pidió a la Fiscalía Especializada en Asuntos Internos, acelerar las investigaciones por cuanto a las posibles conductas que pudieran constituir irregularidades y deslindar responsabilidades. 

Juana Alonzo salió de su natal Guatemala en agosto de 2014, buscando llegar a Estados Unidos a donde se dirigía para reunirse con familiares en busca de mejores oportunidades de vida. 

Sin embargo, el pollero que llevó la secuestró en una casa de la colonia Villa Diamante en Reynosa. Junto a otra mujer migrante y su hija de seis años, fue forzada a trabajar para sus captores. 

Fue la otra mujer quien llamó a la policía para denunciar el secuestro, pero al llegar los agentes, presuntamente la habrían forzada para inculpar a Alonzo Santizo de su secuestro. 

Fue llevada a las oficinas de la entonces Procuraduría, donde permaneció una semana, tiempo en que fue golpeada en los interrogatorios y los oficiales le apuntaron con una pistola mientras la amenazaban de muerte. 

Sin saber hablar español, fue ingresada al centro penitenciario de Reynosa el 18 de noviembre de 2014, donde estuvo bajo prisión preventiva, sin una sentencia en su contra y sin acceso a un traductor, por lo que no se enteró de qué la acusaban. 

Pese a denunciar la tortura a que fue sometida, nunca ha sido investigada ni se le brindó la oportunidad de contar con asistencia consular, mientras que los abogados de oficio que le asignaron, tampoco hicieron algo por ella.

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Editor1