NUESTRO MÉXICO Y LA POLÍTICA
Por José de Jesús Charles Quilantán
Así es estimados, nuestro México vive uno de los momentos más difíciles de su historia política, siendo los mexicanos un pueblo inteligente y digno no es posible tantos problemas, inseguridad y violencia que sufre la Nación. Estamos ante una sociedad muy lastimada por la pandemia y agraviada por la inseguridad Nacional. Los medios de comunicación están preocupados por la forma en que se está gobernando el país, nos hemos damos cuenta del abuso que se está cometiendo en contra de algunas instituciones y algunos personajes de la política Nacional, quienes conocemos un poco de nuestra historia observamos la falta de respeto a la constitución, a las instituciones y leyes que manan de la misma. Tenemos el caso inobjetable de los aspirantes a la presidencia de la república, quienes infringen el reglamento del proceso democrático electoral… Reflexionemos pues…
Existe gran incertidumbre e inseguridad, los comentarios son diversos y encontrados, se ha perdido la seguridad, certidumbre, confianza y sana convivencia, son múltiples los sucesos violentos que vive la mayoría de las Entidades Federativas consecuencia del menosprecio a las instituciones democráticas como el INE, la UNAM, El Poder Judicial, los medios de comunicación, principalmente los más sobresalientes periodistas de nuestro México quienes han sufrido el ataque irrazonable de Nuestro Presidente, siendo los informadores del pueblo. Muy lamentables hechos violentos que están acabando con el bienestar social del País. Existen quejas de trabajadores de Salud sobre la falta de insumos elementales en la atención a la salud, que son los que dan la cara día con día ante las exigencias de los pacientes que pagan por dicho servicio. Así mismo los reclamos son muchos, debido a la falta de respeto de su antigüedad y derechos laborales.
Qué caso tiene hacer un gasto inútil del proceso electoral presidencial si el mismo presidente afirma y asegura el triunfo de Morena. Si tan seguro está del triunfo, qué necesidad hay de estar utilizando su poder político para denostar a sus adversarios. Por experiencia sabemos que el capital político como llega se va, el mismo pueblo de México vivió esta experiencia con el Presidente Enrique Peña Nieto favoreciendo al actual Presidente Andrés Manuel López Obrador. Los mexicanos necesitamos que se atiendan los problemas que aquejan al país como es la inseguridad social, la Educación, la salud, la economía, los empleos, etc. Los que pensamos diferente al Presidente no somos sus enemigos, somos mexicanos de nacimiento y amamos a México. La mayoría votamos por él para encumbrarlo a la presidencia de la república, todo con el deseo de disfrutar de un mejor gobierno. El despilfarro que se está dando en la pachanga de las corcholatas debería de emplearse en las necesidades del País y atender los problemas que aquejan a la Nación, que debido al clima y los problemas e imponderables que son muchos los que lastiman a los mexicanos.
Debemos pensar y decidir con inteligencia hacia dónde queremos llevar al país. Lo que están propiciando es que el pueblo se incline por el más débil y en este caso aparece como iluminada la senadora Xóchitl Gálvez. Vemos que en poco tiempo esta senadora gana la aceptación y simpatía de la ciudadanía quién sin espectaculares, sin vehículos lujosos ha logrado conquistar.
No podemos perder la democracia, la libertad que ha ganado el país desde el tiempo de la revolución, no se puede objetar el desarrollo y progreso de México que nuestros viejos han fincado, si hoy en día nos hemos desarrollado en tecnología y somos uno de los países más grande del mundo. El prestigio y respeto que han establecido los pasados presidentes de la república no puede ser menospreciado. En lo que estamos de acuerdo es en mejorar las condiciones, función de gobierno de presupuestos, programas institucionales y demás.
Esperemos que nuestra pasión electorera no ponga en riesgo la Estabilidad y Unidad Nacional por el bien de nuestras instituciones, atendamos y apoyemos a la educación que es la única capaz de terminar con los problemas que lastiman al país.
No olvidemos, antes que apasionados políticos, somos hermanos mexicanos. Nos vemos en la próxima, si Dios quiere y mi hermano Rosbel… también.
