Pisca de chile piquín, un oficio mortífero en el Altiplano
En la zona del Altiplano Tamaulipeco, el “chile del monte” o “chile piquín” es un ingrediente muy cotizado, su picor forma parte de la gastronomía local, un claro ejemplo son las enchiladas tultecas que se adornan con chile piquín en vinagre.
Sin embargo, detrás de su sabor picante y exquisito, se esconde un proceso de recolección peligroso y laborioso que pone en riesgo la vida de quienes se dedican a buscarlo.
La tradición del chile del monte se remonta a generaciones, y su consumo es una parte fundamental de la cultura culinaria de la región. Sin embargo, pocos saben lo que conlleva su recolección.
Los recolectores enfrentan riesgos mortales, como el encuentro con víboras de cascabel, que en búsqueda de las presas, las aves, que también consumen el piquín, se enrosca bajo la mata y con su camuflaje natural, es difícil distinguir y su mordedura puede ser letal, en solo algunos minutos, dependiendo donde ataque y ante la lejanía de las zonas de recolección hace difícil llegar a un hospital a tiempo para recibir el antídoto.
Además del peligro, la recolección del chile del monte es un trabajo complicado, que implica caminar largas distancias bajo el sol intenso, abrirse paso a machete y enfrentar los insectos como las garrapatas y los zancudos, además de la incertidumbre de encontrar la planta. Todo esto para que podamos disfrutar de su sabor único.
La semilla del chile del monte debe ser evacuada por un pajarillo que previamente se alimentó de la planta, lo que hace que su cultivo sea casi imposible. Por lo tanto, los recolectores deben buscarlo en su hábitat natural, lo que los expone a los peligros de buscarlo en la sierra.
Es hora de tomar conciencia del precio real del chile del monte y valorar el esfuerzo y los riesgos que conlleva su recolección.
La próxima vez que disfrutes de este picante, recuerda la vida y el trabajo que hay detrás de su sabor. El precio del chile piquín, no solo se mide en dinero, sino en la vida y el esfuerzo de quienes lo buscan y no regates en el precio que es más que merecido por el enorme sacrificio que se hace para recolectarlo.
