Se emparejan preferencias
Por: José Efraín Caballero Sevilla
El escenario político tamaulipeco, ha sufrido cambios en este inicio de año, el cual se refleja en los sondeos de opinión, que colocan a las dos coaliciones políticas “Juntos haremos Historia” y “Va por Tamaulipas” en prácticamente un empate técnico, rumbo a la gubernatura.
Meses atrás, en solitario Morena estaba casi dos a uno, situándose arriba en los ejercicios demoscópicos con respecto a su antagonista, el PAN.
Este cambio sustancial, aparentemente obedece a las dinámicas que han venido dándose al interior de los partidos políticos, al momento de designar a sus candidatos a la gubernatura.
En morena en los meses previos a la designación, se había desplegado un devastador fuego amigo, que lejos de haber culminado felizmente con la designación de su único precandidato el Dr. Américo Villarreal Anaya, se ha venido prolongando en confrontación de sus militantes, en las semanas sucesivas.
Esta guerra al interior del partido, amenaza con vulnerar la unidad necesaria para superar, a un panismo ya arraigado y “reinventado” que ahora cuenta con la fuerza estructural del PRI, y la plataforma Perredista.
El problema, es que al interior del cuartel de guerra del candidato morenista Américo Villarreal Anaya, han minimizado los daños, sin evaluar la real dimensión de lo que representan cuantitativamente, los votos descarriados que diezman la figura del abanderado.
La llamada “operación cicatriz”, en Morena nunca llegó, o por lo menos hasta la el día de hoy no se ha dado; cuando se había anticipado reiteradamente la necesidad de esta reunificación, para lograr nuevamente el posicionamiento en su techo electoral, que representa, según los comicios del 2021 algo así como 550 mil votos.
En contraparte, se da una designación solidaria y de terciopelo, en un panismo unido y disciplinado, que ha optado por la figura de Cesar “el Truco” Verastegui, quien sí, ha sabido convocar a sus principales cuadros y competidores, dentro de la institución albiazul.
La radiografía en el ánimo de los electores, nos marcaba el 13 de diciembre según el Heraldo de México un 64% en favor de las preferencias para Morena, mientras para el PAN era de un 34 %.
A fecha del 4 de enero del presente año, la empresa Massive Caller señala un 47% de preferencias para Morena y su coalición “Juntos haremos Historia” y un 41% para el panismo y su “Va por Tamaulipas”.
Estas cifras que son representativas, fríamente reflejan un cambio radical en los índices de preferencias de manera cronológica en nuestra entidad. La lectura sin lugar a dudas da fe, que la falta de operación política brilla por su ausencia dentro de Morena, ya que posterior a la designación del Candidato Américo Villarreal, empieza el desplome ante la falta de unidad y consenso.
Si Américo Villarreal verdaderamente tiene oficio político y experiencia, como para lograr sacar adelante a un Estado tan complicado como Tamaulipas, debería de demostrar ya, por lo menos la capacidad de resolver un “asunto menor”, que es sumar a todos los cuadros y sus representantes, que participaron por la designación a la gubernatura.
En contraparte, el Panismo y su coalición “Va por Tamaulipas” sigue haciendo lo que en política es un principio, y este es “el arte de sumar”. Resultaba más difícil que partidos antagónicos se pusieran de acuerdo como el PRI PAN y PRD, siendo injustificable que al interior de Morena no se logre convocar a sus mismos militantes.
“Juntos haremos historia” aun está ligeramente arriba en el ánimo de los electores, hay tiempo para corregir el rumbo, deberá cohesionar para obtener los más de 600 mil votos que necesitará para ser competitivo este 2022. En frente está una coalición que sigue incrementando a pasos acelerados su capital político, y de seguir la tendencia, el 05 de junio podría retener la gubernatura.
Estimado lector le deseo un excelente día.
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