Todo lo que sube cae, así sucede con todo lo que subsiste en este planeta.

Nada escapa a esta premisa que regula las actividades del orbe, al igual que las plantas crece y mueren, los edificios permanecen muchos años hasta que el tiempo los vence, así le sucede a los políticos, aunque no sepan la fecha de su caducidad ese fin llegará.

Sin lugar a dudas Jorge Monita y Jaime Barragán también dejaran de ser los factótum del pueblo y llegarán nuevos adalides a dirigir los destinos de Palmillas, como en su tiempo arribaron los actuales líderes así,  se acabó el poderío de don German Villanueva Sifuentes, Salvador Estrada Guevara entre otros, así tendrá fin la actual hegemonía.

Pero sin duda quien o quienes intenten derribarlos en estos momentos, les sudará el entrecejo y otras partes del cuerpo, porque aún son tiempos de los tradicionalistas y al parecer por muchos años más serán los factores reales de poder en Palmillas.

Jorge Monita ya demostró que no son los partidos políticos los que ganan en Palmillas, sino que es su punch político, su capacidad de convocatoria, su don de gente y su cercanía con la ciudadanía que es la que premia o castiga con su voto.

Dicen los que saben de este tema que la actividad política irradia una sustancia química, que hace que la gente se acerque o se aleje de quienes se sienten o son líderes y,– en el caso de Luis Reyes, candidato del Partido Verde, todo hace suponer que no levantará grades expectativas en Palmillas, ¿será porque la sustancia química que expide  no la percibe el electorado?.

Ojalá que Luis Reyes Cruz, logre incorporar los liderazgos que también soñaban con la candidatura a la alcaldía de Palmillas, porque de lo contrario la votación que llegue a las ánforas para Luis, será anecdótica.