¡Uy que miedo!

Sí que Carlos Slim, se “deschavetó”, quizá por ser el hombre más rico de México, mismo que ocupa en el mundo la décimo segunda posición con una fortuna de $ 62 mil 800 millones de dólares.

Slim, el personaje más favorecido en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, lo anterior se dice porque el presidente por sus “criadillas” le vendió, que digo le vendió, le regaló TELMEX, empresa que deja de ser paraestatal para incrementar el patrimonio del Libanes, quien ahora se da el lujo de opinar sobre la vida laboral de los mexicanos.

Dicho personaje propone semana laboral de 3 días, usted amable lector ¿cree que con ese tiempo laborando, obtendrán los obreros, peones, burócratas, etc; los recursos suficientes para lograr la manutención de su familia?, pero ahí no termina el dislate del dinerudo, también pide que se legisle que las personas se deberían jubilar a los 75 años.

La pensión que se paga a los jubilados es el dinero que ellos mismos cotizaron en el IMSS o ISSSTE durante muchos años, por lo tanto, podrán disfrutar de ese beneficio aun en plenitud, como sucede en todos los países del mundo.

Que podría disfrutar una persona que después de 50 años laborando y, a la edad de 75 años el estado o la iniciativa privada los jubile, seguramente nada, porque con esa longevidad lo único que podrán hace es viajar periódicamente, pero al hospital porque ya será un costal de achaques y luego entonces, para que le podría servir una jubilación si ya no podrá disfrutar de su pensión.

Por citar un caso muy conocido en Jaumave – con todo respeto, pero ¿habrá valido la pena que la profesora Juana Rodríguez Campa, reciba un reconocimiento en Tula por 50 años de servicio al magisterio con 75 años a cuestas?, muchos ciudadanos al igual que nosotros pensamos que entregó toda su humanidad a la docencia y, a cambio recibirá reconocimientos que serán colgados en las paredes de su casa, mismos que heredará su descendencia, ¿pero valorarán ese esfuerzo?

 La verdad no opinaremos al respecto, no todo mundo es igual—pero en descargo habré de decir que me consta de casos muy similares (en la temporalidad laboral–) que la presea que les brinda el estado por los de los 30 años de servicio a los maestros, sus hijos acudieron a la casa de empeño a depositar esa joya y, nunca regresaron a rescatar esa alhaja que representaba el esfuerzo de toda una vida sirviendo al magisterio.

Sinceramente la maestra Juana Rodríguez Campa, tiene un lugar muy especial en el corazón de los que fueron sus alumnos, y a ellos les hubiera gustado ver coronado esa devoción a la docencia con una jubilación quizá no a los treinta años de servicio, pero si a los 60 años de vida y no que pase de los 75 años laborando y, cuente con una salud precaria, pero en fin, así se está escribiendo la historia de una mujer que ha dejado sus mejores años de su vida en las aulas.

Con la profesora Campa, se confirma lo que desea Carlos Slim Helú, para los trabajadores.

En otro comentario. – ¡uy qué miedo! que sigan en el magisterio, personas que son la antítesis de la profesora Juana Rodríguez Campa, como el profesor Isidro Pérez Tinajero, un tipejo que finge como supervisor escolar en Jaumave y sinceramente es una nulidad como persona y como profesional por lo que lo debería cesar la SET para moralizar la docencia.