Campesinos del Altiplano no confían en la semilla subsidiada
Cd. Victoria.- En recientes años, se ha hecho popular el uso de semillas subsidiadas como una forma de mejorar los cultivos sobre todo de maíz y frijol en la zona del Altiplano, pues se busca aumentar la producción en la agricultura.
Sin embargo los agricultores locales están planteando dudas sobre la eficacia de este sistema.
La realidad es que muchas veces las semillas subsidiadas pueden no ser las adecuadas para las condiciones de la región en la que se utilizan.
Cada región tiene sus propias variedades de semillas criollas, que han sido desarrolladas a lo largo de muchos años de adaptación a las condiciones locales. Estas semillas son, por tanto, más resistentes y adaptadas a las necesidades del lugar por lo tanto, resultan más eficaces para producir en la zona.
Por otro lado, las semillas subsidiadas son a menudo variedades híbridas, creadas en invernaderos y laboratorios, que han sido diseñadas para maximizar la producción en situaciones ideales de cultivo, pero que no necesariamente se adaptan a las condiciones del lugar, mucho menos en la zona semidesértica que es la gran mayoría de los terrenos de temporal de los municipios del altiplano.
La semilla subsidiada que las diversas administraciones otorgan no garantiza un aumento significativo en la producción.
Las semillas criollas están mejor adaptadas a la región ofrecen una mayor resistencia y mejor adaptación a las condiciones locales, contribuyen a mantener la biodiversidad y son más baratas que las semillas subsidiadas, desafortunadamente no se le da la importancia y prefieren traer semilla de otras regiones qué difícil tenga el rendimiento esperado y muchas veces nos consta que ni siquiera brota.
