Sequía pega a la agricultura y ganadería en el Altiplano
Urgen al Estado a declarar zona de desastre.
Redacción
El Altiplano está sufriendo una de sus peores crisis de agua en los últimos años, de tal manera que en Jaumave ya hay muy poca agua que brota de los veneros, inclusive hay ejidos en donde antes tenían en abundancia dicho recurso y ahora ya no hay como en Matías García.
Otros en donde el agua se la acabaron los limoneros, mismos que tiran plásticos que son empaques de fertilizantes al río Guayalejo, el cual ya contaminaron y llegan los contaminantes hasta el municipio de Llera.
En Palmillas, de acuerdo con recorridos, se secaron los veneros, ya no fluye agua en el poblado El Naranjo que es donde nace el río Guayalejo, por lo que se batalla para extraer agua de los pozos profundos.
En Tula los productores de hortalizas están abatiendo de los mantos acuíferos y provocan un grave estrés hídrico, incluso hasta falta agua para el consumo humano.
En lo referente al municipio de Bustamante en los veneros del primer cañón en donde fluía el agua ya no hay suficiente como en Calabacillas en donde bajó el nivel de los pozos de agua, podemos abundar que se ha secado el gran venero que dotaba de agua el ejido el aguacate.
En lo que respecta al ejido Felipe Ángeles tiene muy poca agua en sus tres veneros. — y en la cabecera el pozo del cerro del diablo solo da un litro de agua por segundo, en Gabino Vázquez los manantiales están abatidos, en el segundo y tercer cañón no hay agua ni para beber y las autoridades municipales se las hacen llegar en pipas.
En Miquihuana el agua de los veneros es muy poca, no alcanza para toda la población y se les tiene que repartir el agua en pipas, solo hay agua suficiente en el ejido estanque de los Eguia.
En la colonia agrícola y ganadera de la Peña, tan solo hay agua para el consumo humano, por lo que podríamos decir sin exagerar que en el altiplano se está viviendo una situación muy delicada ya que no hay agua ni para sembrar ni para el ganado y la poca disponible es para el consumo humano, por lo que el Gobierno del Estado debe de declarar al Altiplano como una zona de desastre.